Los cuadros y militantes del partido antes mencionados siempre creen que están "seguros", que "nadie sabe" que son deshonestos al declarar sus antecedentes personales, bienes e ingresos, que "minten a sus superiores y engañen a sus subordinados" al informar los resultados, los comentarios de los cuadros y las evaluaciones anuales de la calidad de los miembros del partido.
En foros, conferencias, ante el colectivo, superiores y subordinados, siempre demuestran integridad y honestidad... pero hacen lo contrario de lo que dicen. Más peligroso aún, algunos altos funcionarios son deshonestos, se aprovechan de sus cargos y poderes, encubren a criminales, manipulan, se lucran, pierden dinero, bienes estatales y desperdician recursos sociales.
La deshonestidad es la semilla que alimenta la degeneración de la personalidad, destruye el honor político propio, familiar y de clan; es causa de insatisfacción entre el pueblo, los cuadros y los militantes del partido. También afecta negativamente el prestigio del Partido y la imagen del país; es una excusa para que fuerzas hostiles se aprovechen, profundicen los conflictos internos y los acusen de ser "facciones", "luchas internas"... para sabotear nuestro Partido y Estado.
Cabe afirmar que la fuerza, el prestigio y el honor de nuestro Partido se reflejan, ante todo, en la lealtad, la constancia y la honestidad de sus miembros. Durante los últimos 90 años, millones de cuadros y militantes del Partido no solo han demostrado su lealtad al Partido y su firme voluntad revolucionaria, sino que siempre han sido honestos con la organización, el pueblo y consigo mismos. Son los factores principales que han alcanzado grandes logros históricos en la causa de la innovación, la construcción y la defensa nacional, llevando a nuestro país a la base, el potencial, la posición y el prestigio que hoy posee.
El sacrificio, la lealtad y la honestidad de los miembros del partido se convierten en un modelo, un símbolo de personalidad noble en el corazón del pueblo.
Todo cuadro y miembro del partido debe reflexionar seriamente sobre sí mismo y sobre el trabajo que realiza ante el Partido y el pueblo. Debe comprender que, como líderes y servidores del pueblo, la honestidad es siempre un atributo y una cualidad importantes. Cuanto más alto sea el cargo, más debe comprender esto y luchar con firmeza contra la deshonestidad en la organización y en el aparato público. Debe respetar la verdad y la razón, y admitir con valentía sus errores cuando los cometa. Si desea que su reputación sea recordada para siempre, si desea que sus contribuciones sean sostenibles y duraderas, cada cuadro y miembro del partido debe cultivar y practicar constantemente la honestidad, sin permitir que el individualismo aflore y aplaste su honestidad interior.
Actualmente, los comités del Partido a todos los niveles comienzan a prepararse para los Congresos del Partido, que culminarán en el XIV Congreso Nacional del Partido. La evaluación y selección de los cuadros es una tarea crucial. El primer requisito de los seleccionados debe ser la honestidad ante el Partido y el pueblo. El Secretario General, Nguyen Phu Trong, ha ordenado: "No permitir con firmeza que personas degeneradas, corruptas y deshonestas entren en los órganos de dirección del Partido y del Estado". Esta es una lucha por la belleza y la cultura en el Partido y en la sociedad, que también contribuye a proteger el régimen y la reputación del Partido, a la prosperidad del país y al bienestar y la felicidad del pueblo.
Fuente
Kommentar (0)