Para las personas con diabetes, una dieta razonable, equilibrada y oportuna es muy importante para ayudar a controlar bien el azúcar en la sangre, prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida.
El papel de la nutrición en la diabetes
El profesor asociado, Dr. Nguyen Xuan Ninh, subdirector del Instituto de Medicina Aplicada de Vietnam, explicó que los vietnamitas suelen decir "comer arroz", lo que significa que, en una comida, el arroz es el alimento principal, indispensable. El arroz y los cereales aportan principalmente carbohidratos, pequeñas cantidades de proteínas, fibra, vitaminas y minerales.
Después de comer, el cuerpo convierte los carbohidratos en glucosa, que se absorbe a través del sistema digestivo. La glucosa entra en la sangre y provoca un aumento del azúcar en sangre (nivel de azúcar en sangre). En este momento, se secreta más insulina, que actúa como una llave que abre las puertas de las células y permite que la glucosa pase de la sangre a las células, generando energía para el cuerpo. Cuando el azúcar en sangre disminuye, se secreta menos insulina.
Elegir una dieta saludable, rica en verduras verdes, frutas maduras… es bueno para las personas con diabetes.
Sin embargo, los niveles crónicamente altos de azúcar en sangre debido al consumo de grandes cantidades de carbohidratos pueden alterar la capacidad del cuerpo para utilizar la insulina, lo que lleva a la diabetes tipo 2. Los alimentos azucarados como postres, refrescos, dulces... pueden aumentar rápidamente los niveles de azúcar en sangre.
El consumo de alimentos ricos en almidón también puede provocar un aumento repentino de la glucemia. Si este nivel alto de glucemia se mantiene durante mucho tiempo, puede provocar complicaciones a largo plazo, como daño nervioso, renal y cardíaco.
Por lo tanto, se puede afirmar que seguir una dieta saludable ayudará a los pacientes a controlar el azúcar en sangre, controlar el peso y controlar los factores de riesgo de enfermedades cardíacas (incluida la presión arterial alta y la grasa en sangre alta).
Consumir alimentos procesados, dulces…provoca riesgo de aumento de azúcar en sangre.
¿Por qué una dieta saludable es buena para las personas con diabetes?
Una buena dieta para personas con diabetes es una dieta saludable que ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre. Se trata de una dieta con una cantidad razonable de calorías, carbohidratos, proteínas, grasas y fibra que se adapta al estado nutricional del cuerpo, distribuidas adecuadamente entre platos principales y guarniciones.
Esta dieta incluye ingredientes principales como frutas, verduras, carnes magras, aves, pescado, huevos, frijoles secos, guisantes, productos lácteos sin grasa o bajos en grasa y cereales integrales...
Riesgos de no seguir una dieta saludable
Seguir una dieta saludable es la mejor manera de controlar los niveles de azúcar en sangre y prevenir complicaciones de la diabetes.
Las personas con sobrepeso y obesidad que necesitan bajar de peso pueden ajustar su dieta según sus objetivos específicos. Si no siguen una dieta sana y equilibrada, el cuerpo no obtendrá beneficios para la salud, sino que además empeorará las afecciones médicas existentes.
A continuación se muestran algunos alimentos poco saludables:
Carbohidratos refinados: Muchos alimentos contienen harina refinada, a la que se le ha eliminado el salvado y el germen durante el procesamiento. Como resultado, el producto final no contiene tanta fibra como los cereales integrales.
El cuerpo procesa estos almidones rápidamente, lo que produce picos en los niveles de glucosa, aumentando el riesgo de diabetes tipo 2.
Alimentos ricos en grasas saturadas: La grasa saturada es un tipo de grasa perjudicial para la salud que se ha relacionado con la resistencia a la insulina. Además, consumir cualquier alimento que pueda provocar aumento de peso también puede aumentar el riesgo de diabetes. Entre los alimentos ricos en grasas saturadas se incluyen los cortes grasos de carne roja, pollo o aves con piel, aceite de coco, aceite de palma y productos lácteos enteros como la mantequilla, el queso y la leche.
Alimentos con azúcares añadidos: Cualquier alimento con azúcares añadidos, especialmente la fructosa (azúcar de la fruta), provoca un aumento repentino de los niveles de glucosa. Entre los azúcares añadidos se incluyen dulces como caramelos, pasteles, galletas, helados, yogur, salsas y aderezos para ensaladas.
Bebidas azucaradas: Las bebidas azucaradas están llenas de calorías vacías sin valor nutricional y son una forma rápida de elevar los niveles de azúcar en la sangre. Las investigaciones demuestran que consumir una bebida azucarada al día puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 en un 25 %.
- Alimentos fritos: Los alimentos fritos en aceite pueden provocar aumento de peso, colesterol alto e hipertensión arterial, tres factores de riesgo para la diabetes. Un estudio de Harvard Health reveló que comer alimentos fritos de cuatro a seis veces por semana aumentaba el riesgo de diabetes tipo 2 en un 39 %. Esta cifra aumentaba al 55 % en las personas que consumían alimentos fritos a diario.
Alimentos procesados: Los alimentos procesados contienen mucho aceite, azúcar, sal y conservantes para mejorar el sabor y la vida útil del producto. Un amplio estudio de 2019 reveló que las personas con una dieta que contenía un 22 % de alimentos procesados (1 de cada 5 comidas con alimentos procesados) tenían un mayor riesgo de diabetes tipo 2.
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Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/dinh-duong-quan-trong-nhu-the-nao-voi-nguoi-dai-thao-duong-172241111154323975.htm










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