Al hablar con el médico, el Sr. H. comentó que, durante la relación sexual, sintió ardor y un ligero dolor en la punta del pene, acompañado de sangre fresca. Como era su primera vez, pensó que la sangre provenía de su novia, pero tras limpiarse con un pañuelo, descubrió que le salía sangre por debajo de la punta del pene. Incapaz de detener la hemorragia, acudió al médico de inmediato.
Tras examinar y revisar los genitales, el médico descubrió que el frenillo de H. presentaba un desgarro de aproximadamente 1 cm y aún presentaba un ligero sangrado. Las partes circundantes y otros órganos aún no presentaban signos anormales. El médico solicitó pruebas básicas y realizó un procedimiento para reconstruir el frenillo tras el examen.
El desgarro del frenillo es una emergencia masculina común que requiere tratamiento oportuno.
El 29 de julio, el Dr. Bui Quoc Cuong (Centro de Salud Masculina) explicó que el frenillo, también conocido como frenillo, es una banda elástica que conecta el prepucio con el glande. El desgarro del frenillo es una afección que se presenta en los hombres y que puede presentarse en diversas situaciones, como tener relaciones sexuales con demasiada fuerza o aplicar mucha presión sobre el pene, con o sin fimosis, prepucio semiestrecho o prepucio largo.
Si el desgarro es leve, el sangrado se detendrá por sí solo al llegar al hospital. En ese caso, no se requiere tratamiento adicional, salvo aplicar crema antibiótica o tomar antibióticos durante una semana y lavar el prepucio diariamente con solución salina al 0,9 % durante una semana.
Si el frenillo está profundamente desgarrado y sangra profusamente, especialmente si la arteria frenilar (la arteria que lo atraviesa) está seccionada, el paciente deberá someterse a un procedimiento para reconstruirlo o circuncidar el prepucio y suturarlo. Si no se trata, la herida puede infectarse fácilmente, dejando grandes cicatrices y causando dolor durante las erecciones posteriores, explicó el Dr. Cuong.
Tras una explicación detallada del procedimiento, el Sr. H. se sometió a una reconstrucción del frenillo en unos 20 minutos. Simultáneamente, recibió antibióticos, antiinflamatorios y hemostáticos durante 7 días. Después de 7 días, los puntos cicatrizaron y prácticamente volvieron a la normalidad. Sin embargo, el médico le recomendó abstenerse de tener relaciones sexuales durante dos semanas más para asegurar la estabilidad de los puntos.
Según el Dr. Cuong, un frenillo roto puede causar complicaciones graves si no se trata adecuadamente. Por lo tanto, es fundamental buscar consejo y tratamiento médico especializado, y no permitir que la afección empeore por timidez. Asimismo, ante signos inusuales, los hombres deben acudir a un urólogo para que les revise si tienen un frenillo corto o fimosis, a fin de recibir el tratamiento adecuado y prevenir la situación mencionada.
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