Las manzanas son un alimento funcional que ayuda a prevenir daños a las células del cuerpo, favorece la conversión de vitaminas y reduce ciertos tipos de cáncer y enfermedades crónicas.
Desde hace mucho tiempo, se ha transmitido el dicho "Una manzana al día te mantiene alejado del médico". Esto convierte a la manzana en una de las frutas más populares del mundo .
Un equipo de investigadores estadounidenses se propuso encontrar la evidencia científica que respaldaba esta afirmación. Los científicos analizaron la frecuencia de consumo de manzanas y el número de visitas al médico de más de 8000 adultos. De ellos, aproximadamente el 9 % comía una manzana al día. Tras descartar factores relacionados con el estilo de vida, la demografía y el historial médico, descubrieron que quienes consumían manzanas a diario consumían menos medicamentos recetados que quienes no las consumían. Sin embargo, el número de visitas al médico fue el mismo en ambos grupos.
Mientras tanto, otro grupo de investigación europeo descubrió que comer dos manzanas al día mejoraba la salud cardiovascular en 40 adultos. Expertos brasileños señalaron que comer tres manzanas al día ayudó a perder peso y a reducir los niveles de azúcar en sangre en 40 mujeres.
De hecho, las manzanas no son tan ricas en vitamina A, la cual no es tan beneficiosa para la vista como las zanahorias. No aportan tanta vitamina C como las naranjas. Sin embargo, esta fruta contiene muchas sustancias bioactivas diferentes. Se trata de sustancias químicas naturales que suelen encontrarse en los alimentos en pequeñas cantidades y que tienen efectos beneficiosos para el organismo. Estas sustancias químicas no se clasifican como nutrientes como las vitaminas. Debido a su contenido de sustancias bioactivas, las manzanas se clasifican como alimentos "funcionales".
Las manzanas son un alimento funcional con mucha fibra, beneficiosa para la salud. Foto: Freepik
Los alimentos funcionales son diferentes de los superalimentos, un término de moda que las marcas utilizan para promocionar alimentos como la col rizada, las espinacas y los arándanos, afirma Janet Colson, profesora de nutrición y ciencias de la alimentación en la Universidad Estatal de Middle Tennessee. Etiquetar los alimentos como superalimentos ayuda a atraer al público y a aumentar las ventas.
Los suplementos dietéticos contienen ingredientes activos beneficiosos, especialmente carotenoides. Este grupo de 850 pigmentos diferentes proporciona los colores amarillo, naranja y rojo a frutas y verduras, incluidas las manzanas. Ayudan a prevenir el daño celular, favorecen la conversión de vitaminas, previenen ciertos tipos de cáncer y mejoran la salud cardíaca.
La fibra natural de las manzanas es uno de sus componentes más bioactivos. Contienen fibra de pectina, que reduce la cantidad de azúcar y grasa que el cuerpo absorbe, lo que reduce el riesgo de diabetes y enfermedades cardíacas.
La piel de la manzana contiene sustancias químicas naturales llamadas polifenoles, que desempeñan un papel fundamental en la salud y la reducción de enfermedades crónicas. Las antocianinas son una subclase de polifenoles que le dan a la piel de la manzana su color rojo. Las dietas ricas en antocianinas se han relacionado con una mejor salud cardíaca y la enfermedad de Alzheimer.
Otro polifenol importante presente en las manzanas es la floridzina. Los científicos han estudiado su papel en el control del azúcar en sangre durante más de 100 años. Análisis recientes confirman su importancia para equilibrar el azúcar en sangre, reduciendo la cantidad de azúcar absorbida por el intestino delgado y aumentando su excreción renal.
Thuc Linh (Según la conversación )
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