Gracias al Telescopio Espacial James Webb (JWST), un equipo de investigación dirigido por el profesor Adam Burgasser (Universidad de California en San Diego, EE.UU.) descubrió gas fosfina (PH₃) en la atmósfera de Wolf 1130C, una enana marrón pobre en metales en el sistema estelar triple Wolf 1130ABC, situado en la constelación del Cisne.

El sistema de tres estrellas Wolf 1130ABC, en el que se encuentra a la derecha la enana marrón Wolf 1130C, donde aparece el "gas de la vida", la fosfina - Imagen gráfica: Adam Burgasser
Las enanas marrones suelen denominarse «estrellas fallidas», demasiado grandes para ser planetas, pero no lo suficientemente masivas como para sostener la fusión nuclear como una estrella real. Como resultado, se convierten en mundos «a medio desarrollar», que oscilan entre dos límites cósmicos.
El descubrimiento de fosfina en este lugar sorprendió a los astrónomos. Ya se habían detectado rastros de este gas en la atmósfera de Venus, lo que desató un acalorado debate sobre la posibilidad de vida microbiana. En astronomía, la fosfina se considera un biomarcador, uno de los compuestos que pueden sugerir vida orgánica.
Sin embargo, la fosfina no solo la producen los seres vivos. Puede formarse de forma natural en entornos ricos en hidrógeno como Júpiter o Saturno. Lo que hace especial a Wolf 1130C es que el gas fosfina se produce en una atmósfera pobre en oxígeno y metales, condiciones inherentemente desfavorables para la formación del compuesto.
Según la Dra. Eileen Gonzales (Universidad Estatal de San Francisco, EE.UU.), coautora del estudio, el equipo utilizó una técnica de modelado llamada “captura atmosférica” para rastrear la fosfina y cómo se creó.
“Es posible que en entornos pobres en oxígeno como Wolf 1130C, el fósforo no esté unido al oxígeno para formar trióxido de fósforo, sino que se combine con abundante hidrógeno para formar fosfina”, explica.
Otra hipótesis sugiere que el fósforo proviene de la estrella enana blanca Wolf 1130B en el mismo sistema estelar.
Aunque el equipo no esperaba encontrar vida en Wolf 1130C, el descubrimiento abre nuevas vías para comprender mejor el ciclo del fósforo de la galaxia, un elemento importante de la química de la vida.
Determinar exactamente cómo se forma la fosfina en diferentes entornos ayudará a los científicos a distinguir los verdaderos biomarcadores de las reacciones químicas naturales cuando observen planetas similares a la Tierra en el futuro.
“Puede que Wolf 1130C no albergue vida, pero nos enseña a reconocerla cuando aparece”, concluye el equipo.
Fuente: https://doanhnghiepvn.vn/cong-nghe/phat-hien-dau-an-su-song-tren-mot-ngoi-sao-bi-hong/20251007073142132
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