El zinc participa en muchas funciones corporales, desde el sistema inmunitario hasta la cicatrización de heridas. El cuerpo no puede almacenar zinc, por lo que necesita reponerse regularmente. La deficiencia de zinc puede provocar diversos problemas de salud.
Las personas con problemas gastrointestinales, vegetarianas y mayores tienen mayor riesgo de deficiencia de zinc. Los niños con deficiencia de zinc pueden experimentar retraso en el crecimiento y trastornos del sistema inmunitario, según Medical News Today , el sitio web de salud del Reino Unido.
La langosta, las ostras y el cangrejo son alimentos ricos en zinc.
La deficiencia de zinc puede provocar los siguientes problemas digestivos:
Diarrea
Uno de los signos más comunes de la deficiencia de zinc es la diarrea. La diarrea causada por trastornos digestivos suele resolverse con medicamentos. Sin embargo, la diarrea causada por la deficiencia de zinc suele ser prolongada y recurrente. Las personas afectadas pueden no comprender por qué persiste la diarrea. Esto se debe a que la deficiencia de zinc reduce la capacidad de la mucosa intestinal para repararse y disminuye la capacidad del sistema digestivo para absorber agua.
Náuseas
La deficiencia de zinc puede afectar la función digestiva, causando náuseas o indigestión. Esto se debe a que el revestimiento del estómago y los intestinos se ve afectado por la deficiencia de zinc, lo que altera el proceso digestivo.
De hecho, el zinc es un componente importante de muchas enzimas digestivas, especialmente las que participan en la descomposición de los alimentos en el estómago y los intestinos. Estas enzimas ayudan a descomponer los nutrientes, facilitando su absorción. Por ejemplo, la amilasa ayuda a descomponer el almidón en azúcar, mientras que la proteasa ayuda a descomponer las proteínas en aminoácidos.
Pérdida de apetito
La pérdida de apetito puede ir acompañada de una disminución del olfato y del gusto. Las personas afectadas experimentarán síntomas similares a los de la anorexia. Esto se debe a que el zinc también contribuye a mantener el gusto y el olfato. La deficiencia de zinc altera estas funciones, lo que provoca pérdida de apetito.
Para evitar la deficiencia de zinc, se recomienda consumir regularmente alimentos ricos en zinc, como ostras, langosta, cangrejo, carne de res, pollo y cerdo. Además, alimentos vegetales como anacardos, almendras, garbanzos y frijoles rojos también son ricos en zinc, según Medical News Today.
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Fuente: https://thanhnien.vn/3-trieu-chung-tieu-hoa-canh-bao-co-the-thieu-chat-kem-18525011619083696.htm






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