Trotar ayudará a aumentar la fuerza y la flexibilidad de los siguientes grupos musculares:
músculos de los glúteos
Los glúteos son el principal grupo muscular responsable de generar propulsión al caminar o correr. Las investigaciones demuestran que las fibras musculares del glúteo mayor son muy activas al correr, especialmente cuando la pierna se estira hacia atrás para impulsarse hacia adelante al caminar o correr, según el sitio web de salud Verywellfit (EE. UU.).

Correr regularmente fortalece significativamente los músculos de las piernas y los pies.
FOTO: AI
Unos glúteos fuertes no solo ayudan a estabilizar la cadera y a aumentar la velocidad de movimiento, sino que también mejoran la forma de los glúteos y sujetan la columna lumbar, protegiendo así la espalda del riesgo de lesiones. Al correr cuesta arriba, los glúteos trabajan aún más.
Músculos centrales
Correr no se trata solo de las piernas, sino también del core. Al correr, los músculos transverso del abdomen y oblicuos trabajan constantemente para mantener la columna recta y limitar la oscilación del torso. Si los músculos del core están débiles, los corredores son propensos a sufrir dolor de espalda o a un rendimiento reducido debido a la inestabilidad del centro de gravedad.
Por el contrario, cuando nuestros músculos del core están fuertes, podemos mantener una buena postura y conservar energía durante la carrera. Por eso, muchos corredores de maratón suelen hacer planchas, planchas laterales o peso muerto para mejorar la resistencia al correr.
Músculos de la parte superior de la espalda
Un estudio publicado en la revista Frontiers in Physiology descubrió que correr aumenta la actividad de los músculos de la parte superior de la espalda, especialmente los músculos erectores de la columna. Estos músculos mantienen la columna recta.
Al correr, los músculos de la parte superior de la espalda y los hombros trabajan en conjunto para estabilizar el torso, especialmente al balancear los brazos. Además, los músculos de la parte inferior de la espalda son responsables de reducir el impacto cuando el pie toca el suelo, lo que ayuda a proteger la columna vertebral.
Mantener una postura erguida al correr también ayuda a aumentar la capacidad respiratoria gracias a un pecho expandido. Correr largas distancias con regularidad fortalece la espalda y los hombros, reduciendo el riesgo de joroba o dolor de cuello y hombros.
Músculos de las piernas y los pies
Aunque es un grupo muscular familiar para los corredores, no todos saben que los músculos de la pantorrilla no solo generan propulsión, sino que también son responsables de absorber la fuerza del impacto contra el suelo. Los músculos gastrocnemio y sóleo son los dos grupos musculares principales de la pantorrilla. Trabajan intensamente con cada paso al correr para ayudar a mantener la velocidad y reducir la tensión en la articulación de la rodilla.
Además, los músculos pequeños de los pies ayudan a estabilizar la forma de correr, especialmente al correr en terrenos irregulares. Fortalecer estos músculos puede mejorar el rebote, reducir el riesgo de tendinitis aquílea y aumentar la eficiencia al correr, según Verywellfit .
Fuente: https://thanhnien.vn/4-khoi-co-se-manh-hon-nho-chay-bo-185251022183458203.htm






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