El hígado juega un papel central en el metabolismo, la desintoxicación y la regulación energética.
Sin embargo, el hígado también es vulnerable a daños causados por factores como el alcohol, los alimentos ricos en grasas, los medicamentos, las sustancias químicas y las enfermedades metabólicas. Incorporar verduras de hoja verde a la dieta diaria, especialmente aquellas con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, se considera una de las maneras naturales de favorecer una función hepática más eficiente.
hojas de mostaza

Las verduras de hojas verdes contienen muchos ingredientes activos valiosos (Foto: Getty).
Las verduras de hojas verdes contienen sulforafano, un compuesto vegetal que puede activar las enzimas de desintoxicación de fase 2 en el hígado, ayudando a eliminar toxinas del cuerpo.
Según un estudio publicado en el World Journal of Gastroenterology , el sulforafano ayuda a reducir la inflamación del hígado, aumentar la sensibilidad a la insulina e inhibir el crecimiento de células de cáncer de hígado en modelos experimentales.
Además, la col rizada es rica en vitaminas C y E, betacaroteno y fibra. Estos componentes contribuyen a mantener estables las enzimas hepáticas, reducir la acumulación de grasa en el hígado y fortalecer el sistema inmunitario.
Houttuynia cordata
Houttuynia cordata contiene muchos antioxidantes como la quercitrina, la rutina y el ácido cafeoilquínico, que ayudan a reducir el estrés oxidativo, una de las principales causas del daño a las células hepáticas.
Un estudio publicado en el Journal of Medicinal Food indicó que el extracto de Houttuynia cordata tiene el potencial de mejorar la función hepática en modelos de lesión hepática inducida químicamente.
Además, las propiedades antiinflamatorias y diuréticas de Houttuynia cordata ayudan a mejorar la excreción, reduciendo la carga metabólica en el hígado.
Centella asiática

La centella asiática ayuda a enfriar el hígado y desintoxicarlo (Foto: Getty).
La Centella asiática (Gotu Kola) ayuda al hígado a combatir los efectos nocivos del alcohol y las toxinas. Estimula la producción de bilis, ayuda a mejorar la digestión y aumenta la capacidad del hígado para metabolizar los lípidos.
Las propiedades antiinflamatorias de la centella asiática también ayudan a calmar las respuestas inflamatorias agudas y crónicas en el tejido hepático.
Un estudio demostró que el extracto de centella ayuda a mejorar las enzimas hepáticas y reducir la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) en ensayos con animales.
Alcachofa
Las alcachofas contienen cinarina y silimarina. Estos dos compuestos activos destacan por sus efectos hepatoprotectores y su capacidad para reparar el daño tisular hepático.
Según un estudio publicado en Phytotherapy Research, el uso de extracto de alcachofa ayuda a reducir los niveles de las enzimas hepáticas ALT, AST y GGT en pacientes con enfermedad del hígado graso no alcohólico.
Además de sus propiedades hepatoprotectoras, la alcachofa también ayuda a aumentar la secreción biliar, lo que facilita la digestión de las grasas y la eliminación de toxinas liposolubles. Las alcachofas se pueden preparar hervidas, en sopas con champiñones o carne, o en infusión.
Perilla

La perilla reduce la expresión de genes involucrados en la síntesis de lípidos y promueve la producción mitocondrial (Foto: Getty).
La perilla contiene el compuesto perillartina, que ayuda a regular el metabolismo de los lípidos, reducir la acumulación de grasa en el hígado y favorecer el control del azúcar en sangre.
Un estudio de la Universidad de Kyungpook (Corea del Sur) demostró que el extracto de hojas de perilla reduce la expresión de genes relacionados con la síntesis de lípidos y promueve la producción mitocondrial, lo que ayuda a aumentar la eficiencia de las células del hígado.
Mejorar la función hepática requiere una combinación de factores, no solo la dieta. Es importante mantener una dieta saludable, limitar el consumo de alcohol, aumentar la actividad física, realizarse chequeos médicos regulares y vacunarse para prevenir la hepatitis A y B.
Si experimenta síntomas como enzimas hepáticas elevadas, ictericia, fatiga persistente o antecedentes de enfermedad hepática, debe consultar a un hepatólogo para obtener un diagnóstico y tratamiento oportunos.
Fuente: https://dantri.com.vn/suc-khoe/5-loai-rau-binh-dan-giup-tang-cuong-chuc-nang-gan-20250719094339572.htm






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