El trabajo de vender risas
El bufón de la corte es una profesión con una larga historia, conocida por entretener a reyes y nobles. También era artista en ferias y pueblos. Hasta el día de hoy, los bufones suelen actuar en eventos de temática histórica.
Los payasos suelen lucir disfraces distintivos. Sus coloridos trajes y sus excéntricos sombreros de Motley Fool los distinguen del resto. Hoy en día, este estilo, originario del Clásico Tardío y el Renacimiento, sigue inspirando a los payasos modernos a aprender y adoptarlo.
(Ilustración: Wikipedia)
Poseedores de muchas habilidades diferentes, estas personas son contratadas para realizar actos y habilidades especiales, principalmente en un estilo humorístico como: contar chistes, cantar, música , acrobacias, malabarismos, magia, etc. Originarios de la Edad Media, los payasos fueron seleccionados cuidadosa y rigurosamente para satisfacer las necesidades de entretenimiento y relajación de personas de altos rangos.
Un bufón real podía ser designado por su apariencia distintiva o seleccionado de un grupo de artistas; a veces, los cortesanos también nominaban rostros con habilidades para bromear para ocupar un puesto dentro de la familia real.
Relaciones únicas con personas en el poder
Los payasos a veces son objeto de burla por su entretenimiento, pero al mismo tiempo son grandes artistas y pueden ofrecer un gran espectáculo. La historia cuenta la historia de un famoso payaso del siglo XII, durante el reinado de Enrique II de Inglaterra, Rolando el Pedorro. Este artista es conocido por la anécdota de que cada Nochebuena, ante el rey y la corte, tenía que realizar un espectáculo de baile, silbidos y pedos simultáneamente para entretener.
(Foto: Jester Planet)
Además, el bufón es un compañero de confianza y, en muchos casos, incluso influye en decisiones importantes. Por ejemplo, los bufones de la nación Tübatulabal, en la Sierra Nevada, pidieron en una ocasión a los ancianos que nombraran un nuevo jefe cuando el anterior demostró poca capacidad de gestión.
En la familia real, los bufones gozan de la libertad de expresión y el derecho a burlarse de cualquiera con poco o ningún castigo. Su capacidad para expresar sus opiniones de forma humorística y satírica les permite influir en las decisiones de quienes ostentan el poder.
Riesgos que pueden poner en peligro la vida
Sin embargo, a diferencia del cine o la literatura, los chistes de payasos no siempre son bien recibidos. A veces, el ridículo y las críticas van demasiado lejos y el artista sufre un final terrible, incluso la pena de muerte.
En 1638, el bufón Archibald Armstrong humilló al arzobispo de Canterbury con una broma pesada, mientras el líder de la Iglesia de Inglaterra se encontraba en medio de una acalorada controversia por su revisión del «Libro de Oración Común Escocés». Por ello, Archibald Armstrong fue desterrado completamente y sin piedad de la familia real.
El payaso escocés Archibald Armstrong (Foto: Wikipedia)
Además del riesgo para sus vidas, los bufones también corrían el riesgo de ser castigados si no complacían a sus amos. Durante la Edad Media, reyes y nobles podían ordenar que se castigara a los bufones si no entretenían a sus amos.
En realidad, ser castigado no es muy común. La historia ha demostrado que algunos payasos criticaron abiertamente a sus amos o a la realeza sin consecuencias. Por eso, la historia del payaso que equilibra el humor y la sátira es fundamental. Al mismo tiempo, reafirma el talento y la sabiduría de un payaso profesional.
xuan mai
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