La información anterior fue confirmada por el nuevo primer ministro de Canadá, Mark Carney. Carney, quien asumió el cargo el 14 de marzo, declaró: «Dado el entorno geopolítico , las numerosas opciones disponibles y el importante potencial para la fabricación de aeronaves de reemplazo en Canadá», revisar el contrato con Lockheed Martin es prudente y redunda en el mejor interés del país.
El caza estadounidense F-35 es muy valorado por su capacidad de sigilo y su avanzado sistema de sensores. Foto: Reddit
El Departamento de Defensa canadiense declaró que el contrato de compra del F-35 sigue vigente y que Ottawa se ha comprometido legalmente a obtener financiación para las primeras 16 aeronaves. Sin embargo, el primer ministro Carney desea que Canadá explore alternativas viables para los F-35 restantes a fin de evitar una dependencia excesiva del suministro de armas estadounidense.
"Claramente, nuestra relación de seguridad... está demasiado centrada en Estados Unidos. Necesitamos diversificarnos", dijo Carney a los periodistas durante una visita a Londres el 17 de marzo, señalando que Canadá gasta aproximadamente el 80% de su presupuesto de defensa en armas estadounidenses.
Según se informa, el jefe del gobierno canadiense ha mantenido conversaciones con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Keir Starmer, sobre la cooperación con Europa en la producción de aviones de combate, posiblemente con algunos trabajos realizados en Canadá.
El Eurofighter europeo con su formidable arsenal. Foto: Eurofighter Typhoon
El primer ministro Carney afirmó que Europa está considerando un importante nuevo gasto en defensa para proteger al continente de amenazas externas. Añadió que esto interesa a Ottawa porque tiene el potencial de crear una cadena de suministro que permita a las empresas canadienses participar en el desarrollo de estos sistemas de defensa.
Europa está produciendo tres aviones de combate muy modernos: el Eurofighter, fabricado por un consorcio de empresas del Reino Unido, Alemania, Italia y otros países; el Rafale, fabricado por Francia; y el Gripen, de Suecia.
Aunque todos los aviones de combate mencionados anteriormente se han vendido en todo el mundo, ninguno de ellos ha alcanzado el mismo nivel de sofisticación que el F-35, ya que el avión estadounidense posee una tecnología furtiva superior y sensores avanzados.
Actualmente, Gran Bretaña, Italia y Japón siguen investigando cazas de sexta generación, más modernos que el F-35, y se espera que entren en servicio en unos 10 años. Francia y Alemania también investigan un tipo de caza distinto que, según se dice, presenta características superiores a las de los cazas de quinta generación.
Quang Anh (según WSJ, Reuters)










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