Según los expertos médicos , el síndrome de Burnout no tratado a tiempo puede tener consecuencias peligrosas. |
Enfermedades de los tiempos modernos
Trabajar de 10 a 12 horas diarias, dormir menos de 4 horas, la presión laboral y el miedo a las largas reuniones dejaron a la Sra. Chi Mai, de 25 años, física y mentalmente agotada. Se desmayó en medio de una presentación y fue trasladada de urgencia al hospital en un estado de agotamiento severo. El médico le diagnosticó síndrome de burnout.
La Sra. Mai, Thanh Thuy, nacida en 2001, no solo era una excelente estudiante, activa en todas las actividades escolares. Sin embargo, tras solo dos años trabajando en el sector de la auditoría, se volvió retraída, cansada a menudo, sufría de insomnio y la atormentaba la sensación de no querer trabajar.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido oficialmente el burnout como un síndrome relacionado con el trabajo, clasificado en el sistema CIE-11 desde 2019. Se trata de un estado de agotamiento físico, emocional y mental, acumulado durante un largo periodo de tiempo debido al estrés laboral no controlado.
Las personas con síndrome de burnout suelen experimentar fatiga crónica, dolores de cabeza, insomnio, taquicardia, trastornos digestivos y son propensas a enfermarse. En el trabajo, pierden la concentración, tienen un rendimiento reducido, se confunden fácilmente y carecen de motivación. Emocionalmente, tienden a ser distantes, apáticos, depresivos, irritables y, a menudo, tienen sentimientos de inutilidad, baja autoestima o fracaso.
En Vietnam, según el Dr. Pham Van Duong (Hospital General Tam Anh , Hanói ), muchos jóvenes no reconocen correctamente el síndrome de burnout. A menudo lo confunden con la fatiga normal o se culpan por no esforzarse lo suficiente.
La causa no solo reside en el estresante entorno laboral, sino también en el interior de los jóvenes modernos, que aspiran al éxito temprano y tienen expectativas demasiado altas, lo que los lleva a la decepción y la abnegación cuando no logran sus objetivos. La cultura de "trabajar a destajo" los obliga a trabajar el fin de semana, a irse a la cama con el portátil y a rara vez desconectarse del ciclo laboral.
Detenerse antes de que el cuerpo se derrumbe
Según el Dr. Dao Duy Khoa, del Departamento de Neurología del Hospital Universitario de Medicina y Farmacia de Ciudad Ho Chi Minh, la unidad recibe regularmente consultas y tratamientos de casos de entre 25 y 35 años, que a menudo experimentan estrés y una gran presión del trabajo, la familia y la economía.
En el Taller sobre Salud Mental, celebrado recientemente en Vietnam en el marco de la Conferencia Empresarial Belga-Luxemburguesa, los ponentes indicaron que aproximadamente el 42 % de los trabajadores experimentan estrés regularmente. El 22 % de los trabajadores afirmó que la vida personal y familiar es la principal causa de estrés laboral.
Las investigaciones muestran que la Generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) es el grupo demográfico con mayor estrés laboral. Los mismos datos muestran que el estrés inmanejable afecta a casi una cuarta parte de los encuestados de la Generación Z (23%).
El síndrome de burnout, si no se detecta y trata a tiempo, puede provocar trastornos de ansiedad, depresión, insomnio crónico, mayor riesgo cardiovascular y trastornos endocrinos, lo que afecta gravemente la calidad de vida y las relaciones personales. Más grave aún, el paciente puede experimentar conductas autodestructivas.
Los signos de agotamiento pueden comenzar con cosas muy pequeñas, como despertarse cada mañana sintiéndose asustado, perder la motivación para ir a trabajar, ver todo como si no tuviera sentido, dejar de sentir emociones sobre el éxito o el fracaso, sentirse fácilmente emocional, irritable o retraído...
Superar el síndrome de burnout no se logra con medicamentos ni vacaciones cortas. Es un proceso que comienza escuchando a tu cuerpo, adaptando tu estilo de vida y tu forma de pensar. Duerme lo suficiente, come sano y dedica al menos una hora al día a actividades no laborales.
Más importante aún, necesitas reorganizar tu trabajo según el principio de prioridad, aprender a rechazar y equilibrar tu vida y trabajo. Si el ambiente laboral es demasiado tóxico o la presión supera el umbral, deberías considerar cambiar de trabajo o tomarte un descanso. Hablar con familiares, amigos y compañeros también es una forma eficaz de aliviar el estrés. Si los síntomas negativos duran más de dos semanas, deberías consultar a un psicólogo de forma proactiva.
El agotamiento no es un signo de debilidad, sino una señal de supervivencia. Tu cuerpo y tu mente simplemente te están diciendo que te estás esforzando demasiado y que necesitas descansar. Reconocerlo y actuar a tiempo es la forma de protegerte de las consecuencias a largo plazo. «Nadie puede correr un maratón sin parar sin descansar. Es necesario saber cuándo parar para recargar energías», enfatizó el Dr. Duong.
Fuente: https://baodautu.vn/canh-bao-hoi-chung-burnout-o-nguoi-tre-d357261.html
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