Las personas con enfermedad de la tiroides presentan síntomas de cambios de peso, sensibilidad a la temperatura, fatiga, trastornos menstruales...; Debe examinarse y tratarse para evitar complicaciones.
El Dr. Do Tien Vu (Departamento de Endocrinología - Diabetes, Hospital General Tam Anh, Ciudad Ho Chi Minh) dijo que cuando la glándula tiroides funciona normalmente, la tasa metabólica del cuerpo es estable. Sin embargo, cuando la glándula tiroides aumenta o disminuye la producción de hormonas, se producen cambios anormales que afectarán la salud. Por lo tanto, los pacientes necesitan reconocer los signos tempranos para recibir un tratamiento oportuno, evitando complicaciones peligrosas.
Los signos de la enfermedad de la tiroides incluyen: cambios de peso; Sensibilidad a la temperatura, fatiga, alteración del sueño, depresión, ansiedad. Algunas personas experimentan problemas en el cuello o la garganta como hinchazón, dolor, dificultad para tragar o respirar, ronquera... Piel seca o erupciones inusuales, cabello quebradizo, uñas quebradizas también advierten de una enfermedad de la tiroides.
El doctor Tien Vu dijo que la enfermedad de la tiroides también causa síntomas relacionados con enfermedades digestivas. El hipotiroidismo puede causar estreñimiento persistente, mientras que el hipertiroidismo causa diarrea, heces blandas o síndrome del intestino irritable. Si la enfermedad de la tiroides persiste, puede provocar trastornos menstruales, afectar la fertilidad, aumentar el riesgo de aborto espontáneo e incluso infertilidad. Algunas personas experimentan problemas oculares como ojos rojos, hinchados, borrosos o llorosos y sensibilidad a la luz. Los pacientes pueden sufrir pérdida de memoria, reducción de la capacidad para concentrarse...; dolor muscular, dolor en las articulaciones o síndrome del túnel carpiano.
Las personas con hipertiroidismo a menudo pierden peso, mientras que las personas con hipotiroidismo tienden a ganar peso. Foto: Freepik
La glándula tiroides juega un papel importante afectando el metabolismo del cuerpo. Este órgano es encargado de secretar, almacenar y liberar dos hormonas T3 (Triyodotironina) y T4 (Tiroxina), apoyando el metabolismo del cuerpo. La función tiroidea anormal provocará una serie de enfermedades, entre ellas: hipertiroidismo, hipotiroidismo, bocio, cáncer de tiroides... La enfermedad de la tiroides, si no se detecta y se trata a tiempo, provocará las siguientes complicaciones peligrosas:
Hipotiroidismo: El hipotiroidismo puede provocar una serie de complicaciones como agrandamiento de la tiroides, bocio, problemas cardiovasculares y reducción de la función renal. Problemas de salud mental, coma mixedematoso...; Daños a los nervios como: hormigueo, entumecimiento, dolor en las piernas, brazos u otras áreas afectadas. Los defectos de nacimiento, los abortos espontáneos o el nacimiento prematuro también pueden ser complicaciones de la enfermedad de la tiroides.
Hipertiroidismo: El hipertiroidismo puede provocar una serie de complicaciones oculares como: ojos saltones, visión borrosa e incluso pérdida de la visión; taquicardia, insuficiencia cardíaca; osteoporosis, enrojecimiento de la piel, hinchazón que aparece en las piernas y los pies; tirotoxicosis...
Una dieta saludable también ayuda a prevenir la enfermedad de la tiroides. En particular, el yodo ayuda a equilibrar y estimular la producción de hormonas necesarias, reduciendo la formación de tumores tiroideos. Sin embargo, el cuerpo no sintetiza yodo por sí mismo y debe aportarlo a través de la dieta. Las personas con hipotiroidismo pueden elegir alimentos ricos en yodo como algas, kelp, mariscos y utilizarlos con moderación. Las personas con hipertiroidismo necesitan limitar los alimentos ricos en yodo. Complemento de frutas y verduras verdes: espinaca de Malabar, menta de pescado, espinaca de agua... ayuda a mejorar los síntomas de dolor muscular, fatiga, latidos cardíacos irregulares.
Ácidos grasos omega 3 que se encuentran en el salmón, la carne de res, los camarones...; El yogur bajo en grasa contiene yodo y vitamina D, que son buenos para la tiroides. Frutos secos como las almendras, anacardos… son una fuente de magnesio para el organismo, ricos en proteínas vegetales, vitaminas B, E y otros minerales que favorecen el correcto funcionamiento de la tiroides. Los pacientes deben complementar el selenio que se encuentra en la carne de res, pollo, pescado, ostras, queso...
El doctor Tien Vu aconseja a las personas realizarse controles de salud periódicos y llevar una dieta saludable. Al detectar anomalías en el cuello o cualquier problema relacionado con la salud, los pacientes deben acudir a centros médicos acreditados para recibir exámenes y asesoramiento sobre el tratamiento. La detección y el tratamiento tempranos ayudan a prevenir que la enfermedad progrese.
Nguyen Van
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