Algunos afirman que "saltarse el desayuno no es bueno para la salud", mientras que otros creen firmemente que "saltarse la cena es más perjudicial". Entonces, ¿qué es más importante, el desayuno o la cena?
La mayoría de la gente cree que debería mantener una dieta regular, que incluya un buen desayuno para obtener suficiente energía y nutrientes, y una cena equilibrada y moderada. Sin embargo, en el contexto del ajetreo de la vida moderna, a muchas personas les resulta difícil mantener hábitos alimenticios regulares y moderados. Algunas incluso se saltan algunas comidas.

¿Cuáles son los peligros de saltarse el desayuno durante un período prolongado de tiempo?
1. Obesidad: Omitir el desayuno puede aumentar el apetito y el consumo de calorías en el almuerzo y la cena, lo que incrementa el riesgo de obesidad.
2. Problemas digestivos: El ácido estomacal y diversas enzimas digestivas pueden irritar fácilmente la mucosa del estómago en ausencia de alimentos. Esto puede provocar úlceras gástricas, úlceras duodenales y otras enfermedades digestivas.
Omitir el desayuno también puede provocar una secreción anormal de bilis, que se almacena en la vesícula biliar durante mucho tiempo y no se descarga, lo que facilita la formación de cálculos biliares.
3. Propenso a desarrollar hígado graso: Saltarse el desayuno durante largos periodos de tiempo puede provocar malnutrición, especialmente deficiencia de proteínas, lo que puede causar acumulación de grasa en el hígado.
Además, saltarse el desayuno hará que el cuerpo consuma más calorías y grasas en el almuerzo, aumentando la carga sobre el hígado y el riesgo de padecer hígado graso.

4. Hipoglucemia: Tras una noche de sueño, los nutrientes del cuerpo se agotan; saltarse el desayuno puede provocar hipoglucemia, mareos, palpitaciones, debilidad en las extremidades, falta de energía y otros síntomas.
5. Malnutrición: Omitir el desayuno provoca que el cuerpo permanezca en un estado de hambre prolongado, y la insuficiencia de nutrientes puede derivar en desnutrición. En casos graves, también afectará el crecimiento y el desarrollo.
¿Cuáles son los peligros de saltarse la cena durante un período prolongado de tiempo?
1. Mayor riesgo de obesidad: Saltarse la cena puede provocar una bajada de los niveles de azúcar en sangre y que el cuerpo libere insulina para regularlos.
Sin embargo, saltarse la cena durante mucho tiempo puede provocar que el cuerpo desarrolle resistencia a la insulina, lo que conlleva niveles de azúcar en sangre persistentemente altos y aumenta el riesgo de obesidad.
2. Secreción excesiva de ácido gástrico: Si no cenas, el ácido estomacal se seguirá secretando con normalidad, pero al no haber alimentos que lo neutralicen, esto puede provocar fácilmente gastritis, úlceras estomacales y otras enfermedades gastrointestinales a largo plazo.

3. Mayor riesgo de cálculos biliares: Omitir la cena puede provocar que la bilis no se excrete con normalidad, se acumule en la vesícula biliar durante un tiempo prolongado y se concentre más. Esto aumenta el riesgo de cálculos biliares.
4. El hambre afecta al sueño: La cena se realiza cerca de la hora de acostarse y saltarse la cena puede provocar hambre por la noche, lo que dificulta conciliar el sueño o reduce la calidad del mismo.
5. Secreción de melatonina: El cuerpo segrega melatonina después de cenar, lo que ayuda a conciliar el sueño. Saltarse la cena durante un tiempo prolongado puede alterar este reloj biológico, provocando una secreción insuficiente de melatonina, lo que a su vez afecta a la calidad del sueño.
6. Nutrientes insuficientes: Si se omite la cena durante un período prolongado, el cuerpo no podrá obtener los nutrientes necesarios durante la cena, lo que provocará una deficiencia de nutrientes y desnutrición.
¿Desayuno o cena? ¿Qué es más importante?
Tanto el desayuno como la cena tienen su propia importancia única en la dieta.

El desayuno se centra en proporcionar energía, mantener estables los niveles de azúcar en sangre y favorecer la digestión. Por su parte, la cena se centra en reponer nutrientes, relajarse y evitar el hambre nocturna.
Por lo tanto, no es posible decir simplemente qué comida es más importante, sino que el desayuno y la cena deben organizarse de manera razonable según los hábitos de vida, el ritmo de trabajo y la salud física de cada persona.
Para la mayoría de las personas, es recomendable mantener una dieta regular, que incluya un buen desayuno para obtener suficiente energía y nutrientes, y una cena equilibrada y moderada.
Al mismo tiempo, evite comer en exceso, las dietas excesivas y mantenga una alimentación saludable.
Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/bua-sang-hay-bua-toi-quan-trong-hon-muon-giam-can-nen-bo-bua-sang-hay-bua-toi-172241115225005663.htm






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