Como cualquier otro joven, la Generación Z también está sujeta a la presión de grupo, y nadie quiere fracasar en su camino - Foto: Forbes
Según una investigación de McKinsey, la Generación Z enfrenta desafíos sin precedentes en materia de salud mental. Vivían sus años universitarios cuando la pandemia de COVID-19 irrumpió con fuerza, entrando al mercado laboral con una serie de etiquetas que representaban a una generación que renunció en silencio, carecía de capacidad y tenía demasiadas exigencias...
Por encima de todo, como cualquier otro joven, también están sujetos a la presión de sus compañeros, y nadie quiere fracasar en su camino.
Construir un entorno seguro para el fracaso
Los líderes empresariales necesitan ayudar a la Generación Z a tener una perspectiva más positiva ante el fracaso y así trabajar con más confianza.
Mientras todos necesitemos aprender de cada fracaso, el fracaso será una oportunidad para acumular experiencia para el largo camino por delante, en lugar de ser un obstáculo que dificulte todos los esfuerzos.
Los líderes pueden crear un ambiente propicio para el fracaso saludable y la seguridad psicológica. Este espacio permite y anima a los miembros del equipo a presentar sus errores para debatirlos y aprender de ellos, en lugar de regañarse y criticarse mutuamente.
Cuanto más hablemos de errores y fracasos, lecciones aprendidas y mejores soluciones que surgen de cada incidente, más segura y resiliente será nuestra cultura empresarial, lo que beneficia y motiva no solo a la Generación Z sino a todos los empleados.
También es importante comprender la ciencia del fracaso, desde la investigación psicológica hasta las lecciones prácticas de empresas y personas. Cada generación puede tener diferentes perspectivas sobre el fracaso, así que evite generalizar.
Todo líder también debe tomarse el tiempo para escuchar y conversar con sus empleados, compartiendo sus propias experiencias de fracaso. Sin mencionar que otros piensan que sus líderes son personas "mágicas" que nunca cometen errores, y la presión por equivocarse aumenta.
Algunas personas creen que sus líderes son individuos "mágicos" que nunca cometen errores y se ven cada vez más presionados a equivocarse - Foto: Expertos en prevención de desastres
Aprenda a recuperarse del fracaso
Para los jóvenes, es importante comprender que el fracaso es parte natural del crecimiento y desarrollo profesional. Incluso si no fracasamos, es probable que no estemos creciendo ni aprendiendo de forma óptima.
Deberíamos aprender a usar cada fracaso para aprender y mejorar, en lugar de hundirnos en el dolor y rendirnos. Ese es un fracaso exitoso.
Aprender a aceptar críticas constructivas y retroalimentación de gerentes y pares, así como sugerencias de mejora, es una parte normal del proceso de progresión y es la forma en que las empresas apoyan el desarrollo a largo plazo de sus empleados.
Cuando se trata del fracaso, la experiencia personal es importante. Muchas personas temen probar cosas nuevas porque temen cometer errores. Sin embargo, además de aprender de los errores ajenos, hacerlo uno mismo y fracasar obligará a cada persona a encontrar una manera de afrontarlo, comprender el problema con mayor profundidad y, en última instancia, encontrar una mejor solución.
Además, desarrolle la resiliencia mental, que es la capacidad del cerebro para aprender y adaptarse, que se activa en respuesta a desafíos y factores estresantes como el fracaso.
De hecho, el fracaso crea el estado neuroquímico necesario para el aprendizaje. Puedes reconfigurar activamente tu pensamiento para crear hábitos positivos cuando fracasas.
Sin embargo, los neuroquímicos que promueven la neuroplasticidad también pueden causar sentimientos de angustia, frustración y pérdida de motivación.
Necesitas comprender tus propias limitaciones, evaluar tus capacidades actuales y encontrar maneras de gestionar las emociones negativas que te provoca el fracaso. Además de ser paciente, debes ser tolerante y aprender a perdonarte, incluso si nadie a tu alrededor te comprende.
El fracaso es un gran miedo
Según la revista Forbes , el fracaso también se clasifica como uno de los eventos negativos que cualquier persona puede enfrentar. Además, la percepción del fracaso puede afectar muchos tipos de trastornos de salud mental.
Aproximadamente tres cuartas partes de los gerentes consideran que es más difícil trabajar con los trabajadores de la Generación Z que con otras generaciones. Casi tres de cada diez empleados de la Generación Z afirman tener problemas de salud mental debido a su jefe.
La mayoría de los nuevos empleados tienen miedo de cometer errores, especialmente después de pasar de un entorno en línea causado por la pandemia de COVID-19 a un entorno de oficina presencial, interactuando con generaciones mayores y cargando con muchos prejuicios.
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