Elizabeth Barnes, nutricionista estadounidense, explicó que la razón del mayor riesgo de intoxicación reside en las características biológicas de las ostras. Las ostras son organismos que filtran el agua y absorben todas las sustancias del entorno, incluyendo bacterias, virus y sustancias tóxicas.
Cuando las fuentes de agua están contaminadas, los microorganismos que causan enfermedades también pueden acumularse en las ostras, según el sitio web de salud Verywell Health .

Las ostras son muy buenas para la salud, sin embargo, comer ostras crudas puede aumentar el riesgo de intoxicación alimentaria.
Foto: AI
Riesgos potenciales del vibrio y el norovirus
Uno de los patógenos más comunes que se encuentran en las ostras crudas son las bacterias vibrio, que prosperan en ambientes de aguas cálidas.
A medida que el clima global se calienta, el aumento de las temperaturas de los océanos significa que el vibrio puede sobrevivir en más áreas durante todo el año, lo que significa que comer ostras crudas siempre es un riesgo, sin importar la temporada.
El norovirus también representa una amenaza importante. Este virus suele causar náuseas, vómitos y dolor abdominal.
Los norovirus pueden sobrevivir a la recolección, el transporte y el almacenamiento. Una ostra fresca que no presente un olor inusual puede contener millones de virus que pueden enfermar a las personas.
Cocinar las ostras reduce el riesgo de intoxicación.
Cocinar las ostras a una temperatura interna superior a 63 °C elimina la mayoría de los microorganismos dañinos. Sin embargo, ningún método garantiza la eliminación de todos los patógenos. Comer ostras crudas implica introducir bacterias y virus directamente en el organismo, lo que aumenta el riesgo de intoxicación alimentaria.
Las ostras en mal estado suelen desprender un fuerte olor a pescado o a amoníaco, especialmente perceptible después de la cocción. En estos casos, no deben consumirse, ya que podrían estar contaminadas o descompuestas. Sin embargo, el olor por sí solo no determina la seguridad de las ostras crudas. Algunas ostras que contienen patógenos pueden desprender un olor normal, lo que facilita la subjetividad de los consumidores.
Alto riesgo para personas con resistencia débil
Se recomienda a las personas con sistemas inmunitarios debilitados, ancianos, mujeres embarazadas o personas con enfermedades hepáticas o diabetes que eviten por completo el consumo de ostras crudas. Al infectarse con vibriovirus o norovirus, estos grupos pueden experimentar complicaciones más graves, incluso potencialmente mortales. Los síntomas comunes incluyen dolor abdominal, diarrea, vómitos, fiebre y deshidratación.
En muchos casos, la intoxicación alimentaria por ostras crudas puede provocar sepsis si no se trata rápidamente.
Fuente: https://thanhnien.vn/tac-hai-cua-viec-an-hau-song-18525102707494619.htm






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