La memoria de las personas mayores de 40 años a veces se vuelve más lenta y la mente no es tan aguda como cuando tenían veinte años.
Esto es aún más común en personas con otros problemas de salud, especialmente afecciones como COVID prolongado o menopausia, que son conocidas por su “niebla mental”.
La gente a menudo lo ve como una consecuencia inevitable del envejecimiento y nunca considera realmente que lo que ponemos en el refrigerador o en la mesa del comedor también podría ser parte de la causa.
Cómo cambia el cerebro con la edad
El cerebro, como muchas otras partes del cuerpo, experimenta cambios significativos a medida que envejecemos.
“A medida que envejecemos, nuestros cerebros cambian naturalmente”, afirma el Dr. Alexander Zubkov, neurólogo certificado y miembro del Consejo Asesor Científico de 1MD Nutrition.
“El flujo sanguíneo al cerebro tiende a disminuir y a menudo se produce una disminución gradual de los niveles de neurotransmisores, especialmente aquellos implicados en la memoria, el estado de ánimo y la concentración, como la dopamina, la acetilcolina y la serotonina”.
El estrés oxidativo y la inflamación crónica de bajo nivel, que se sabe que contribuyen al deterioro cognitivo, también aumentan con el tiempo, dice el Dr. Zubkov.

Sin embargo, la edad también trae algunos cambios positivos.
A medida que envejecemos, aprender y memorizar se vuelve más difícil. Pero no todo va cuesta abajo. El vocabulario aumenta con la edad. También lo hace la sabiduría. La inteligencia cristalizada, la cantidad total de conocimiento acumulado con el tiempo, también aumenta, lo que ayuda a los adultos mayores a pensar y evaluar las situaciones con mayor eficacia y a tomar decisiones más acertadas, comentó Yuko Hara, directora del Programa de Prevención del Envejecimiento y el Alzheimer del ADDF.
Los alimentos que consumes tienen un gran impacto en tu cerebro.
La dieta afecta a casi todas las partes del cuerpo, incluido el cerebro.
"Una dieta saludable es crucial para la función cerebral y la salud cognitiva", afirma Yuko Hara. Explica que podemos maximizar los beneficios consumiendo más alimentos ricos en antioxidantes y compuestos antiinflamatorios.
El Dr. Zubkov explica que una dieta rica en nutrientes ayuda a “proporcionar las materias primas para la producción de neurotransmisores, favorecer la reparación celular, reducir la inflamación y proteger contra el daño oxidativo”.
Alimentos que son buenos para el cerebro.
1. Té
Los tés verde, negro, blanco y oolong son ricos en antioxidantes (catequinas, flavonoides) que ayudan a proteger las células cerebrales del estrés oxidativo y la inflamación, dice la nutricionista Lauren Manaker.
El té también contiene L-teanina: promueve la relajación sin causar somnolencia; cafeína: aumenta el estado de alerta y la capacidad cognitiva.
Esta combinación “ayuda a mejorar la concentración, la memoria y el estado de alerta”. Varios estudios han demostrado que el consumo regular de té, especialmente el té verde, tiene efectos positivos en la cognición de los adultos mayores.
2. Nueces

La forma similar a la de un cerebro que tienen las nueces es una señal de la naturaleza de que son especialmente buenas para el cerebro, afirma Manaker.
Tienen un alto contenido de antioxidantes, magnesio y omega 3 ALA (las nueces son el único fruto seco que aporta altas cantidades de ALA).
Los datos muestran que los altos niveles de ALA en sangre están asociados con un mejor uso de la energía en las regiones del cerebro comúnmente afectadas por el Alzheimer, especialmente en personas con factores de riesgo genético para la enfermedad.
3. Hongos
Los hongos son cada vez más reconocidos como un superalimento para el cerebro.
Contienen ergotioneína, un potente antioxidante y antiinflamatorio. Aportan vitaminas del complejo B y aminoácidos que favorecen la función cerebral y el metabolismo energético.
4. Otros alimentos recomendados por los expertos:
Pescado graso (salmón, sardinas): rico en DHA, importante para la estructura de las células cerebrales.
Arándanos: ricos en antocianinas, ayudan a combatir el estrés oxidativo y mejoran la memoria.
Verduras de hojas verdes (espinacas, col rizada): ricas en folato, vitamina K y luteína, vinculadas a un deterioro cognitivo más lento.
Alimentos que debemos limitar
Ciertos alimentos pueden ser perjudiciales para el cerebro y la salud en general.
El Dr. Joshua Helman, experto médico de Harvard en la prevención del deterioro cognitivo, señala el grupo más preocupante:
Alimentos procesados
Especialmente alimentos ricos en: azúcar refinada, almidón refinado, grasas trans, aceites ricos en omega-6.
Causan inflamación y resistencia a la insulina en el cerebro. Algunos investigadores incluso han denominado al Alzheimer «diabetes tipo 3» debido a esta relación.
Alimentos con alto contenido en sal, nitratos y aditivos.
El Dr. Helman advierte que pueden dañar los vasos sanguíneos, un factor clave en el deterioro cognitivo.
Agregó: “Muchas personas se sorprenden al saber que incluso una exposición moderada a pesticidas, plásticos y metales pesados en los alimentos y el agua puede afectar la memoria y la concentración con el tiempo”.
Fuente: https://www.vietnamplus.vn/nhung-thuc-pham-tot-nhat-cho-suc-khoe-nao-bo-cua-ban-sau-tuoi-40-post1080318.vnp










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