Hay algo que quizás no hayas pensado (para algunos alimentos como los plátanos): el impacto nutricional en tu cuerpo puede variar dependiendo de qué tan maduros estén cuando los comas.
A medida que un plátano madura, su composición nutricional (azúcar, almidón y vitaminas) cambia. Esto significa que si necesitas más azúcar antes de entrenar, o menos azúcar porque tienes diabetes, puedes elegir plátanos en un punto de maduración determinado.
Los expertos en nutrición han compartido información sobre las diferentes etapas de maduración del banano, describiendo la apariencia en cada etapa y explicando las condiciones de salud o los objetivos nutricionales asociados con cada etapa.
Plátanos verdes
El almidón resistente, también conocido como almidón resistente, es un tipo de almidón que no se puede digerir en el intestino delgado.
Los plátanos verdes son verdes, firmes y difíciles de pelar. En esta etapa, contienen la mayor cantidad de almidón resistente y el menor contenido de azúcar.
El almidón resistente ofrece muchos beneficios, entre ellos, nutrir las bacterias intestinales beneficiosas que ayudan a reducir la inflamación, mantener estable el nivel de azúcar en sangre y digerir más lentamente, lo que ayuda a sentirse lleno durante más tiempo.
El almidón resistente actúa de forma similar a la fibra, fermentando en el intestino y favoreciendo el control de la glucemia. Este es el punto de maduración ideal para quienes necesitan controlar su glucemia, como quienes padecen prediabetes, diabetes tipo 2 o trastornos metabólicos.

Los plátanos verdes también ayudan a equilibrar el microbioma intestinal, lo cual es beneficioso para personas con problemas digestivos como el síndrome del intestino irritable. Para maximizar sus beneficios, puedes comerlos con mantequilla de cacahuete para añadir proteínas y grasas saludables, lo que ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre.
Sin embargo, algunas personas, como los deportistas, podrían preferir evitar los plátanos verdes, ya que su digestión lenta puede causar hinchazón. Las personas sensibles al almidón resistente y propensas a molestias intestinales también podrían considerarlos inadecuados.
plátanos maduros
Los plátanos maduros son casi completamente amarillos, pero aún presentan un toque verde en ambos extremos. Son más blandos, pero aún bastante firmes. En esta etapa, el almidón resistente comienza a convertirse en azúcares simples, pero el plátano sigue siendo rico en fibra y tiene menos azúcar que los plátanos completamente maduros. El contenido de minerales, como el potasio y el magnesio, se mantiene estable.

Los plátanos maduros son ideales para quienes desean beneficiarse del almidón resistente sin su sabor amargo, a la vez que necesitan un aporte constante de energía durante el día sin picos bruscos de azúcar. Son especialmente útiles para personas con resistencia a la insulina, prediabetes, diabetes, síndrome metabólico o problemas digestivos.
También se aconseja su uso a las mujeres en perimenopausia y menopausia porque el almidón resistente ayuda a mejorar la resistencia a la insulina y favorece la salud intestinal durante los períodos de cambios hormonales.
Plátanos completamente maduros
Los plátanos completamente maduros son de un amarillo uniforme, suaves, fáciles de pelar y tienen un aroma dulce. Aunque se clasifican en diferentes grados de madurez, muchos expertos creen que no hay mucha diferencia en valor nutricional entre los plátanos completamente maduros y los ligeramente maduros.
Sin embargo, si diferenciamos, en el plátano maduro el almidón se convierte casi en su totalidad en azúcares naturales, la fibra disminuye, los azúcares y antioxidantes aumentan, y las vitaminas y minerales alcanzan niveles óptimos.

Un plátano aporta aproximadamente el 8% del requerimiento diario de potasio, un mineral del que muchas personas suelen carecer, crucial para la presión arterial y la contracción muscular. También aporta aproximadamente el 8% de magnesio, esencial para la salud ósea.
Los plátanos maduros se recomiendan para quienes van a hacer ejercicio, necesitan energía rápida, desean complementar el potasio para mejorar la presión arterial o la salud cardiovascular, o para niños que necesitan un dulce fácil de comer. También son una opción neutral para quienes desean fibra pero no quieren preocuparse por problemas digestivos.
Los plátanos están muy maduros.
Los plátanos muy maduros tienen la cáscara amarilla, pero con muchas manchas marrones, son suaves y desprenden un aroma intenso. En esta etapa, el contenido de azúcar está casi al máximo y el de fibra continúa disminuyendo.
Es ideal para quienes necesitan un aporte energético rápido, tienen sistemas digestivos sensibles, tienen poco apetito o necesitan un edulcorante natural. Sin embargo, quienes necesitan controlar su nivel de azúcar en sangre deberían evitarlo debido a su alto contenido de azúcar.

Los plátanos demasiado maduros se vuelven marrones o negros y blandos. En esta etapa, contienen la mayor cantidad de azúcar y antioxidantes, la menor cantidad de fibra y una disminución de vitamina C, mientras que el potasio se mantiene estable. Algunas vitaminas aumentan, mientras que otras disminuyen; por ejemplo, la vitamina C disminuye de 14 mg en plátanos maduros a 10 mg en plátanos demasiado maduros, mientras que el folato aumenta ligeramente.
Plátanos demasiado maduros

Los plátanos maduros son ideales para hornear, preparar batidos o congelar. Son fáciles de digerir y aptos para quienes necesitan energía rápida, como los deportistas, pero no para personas con diabetes ni para quienes necesitan mucha fibra. Al preparar batidos, se puede usar menos plátanos, ya que los plátanos maduros ya son muy dulces.
Fuente: https://www.vietnamplus.vn/dinh-duong-cua-chuoi-thay-doi-nhu-the-nao-khi-do-chin-cua-no-thay-doi-post1080324.vnp










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