Según los expertos médicos , el colesterol (una grasa de la sangre, también conocida como grasa sanguínea) juega un papel muy importante en el cuerpo, ayudando a las células a absorber vitaminas liposolubles como las vitaminas A, D, E y K. Además, el colesterol también actúa como precursor de la vitamina D, hormonas esteroides y hormonas sexuales como el estrógeno, la testosterona...
Además, el colesterol también desempeña muchas otras funciones importantes, especialmente como componente indispensable de las membranas celulares. La cantidad de colesterol determinará si esta membrana es blanda o dura. Sin embargo, un exceso de colesterol es perjudicial, especialmente el colesterol de baja densidad (LDL), también conocido como " colesterol malo ", que forma placa en las paredes arteriales, aumentando así el riesgo de infarto y accidente cerebrovascular.
Foto ilustrativa
Existen muchos factores que afectan la cantidad de colesterol malo en la sangre. Estos incluyen la genética, la edad o el sexo, el peso, la actividad física, los hábitos de vida, algunas enfermedades relacionadas y, especialmente, la dieta.
Para limitar las anomalías del colesterol malo de origen alimentario, es necesario construir una dieta equilibrada y nutritiva, concretamente la siguiente:
8 alimentos naturales que ayudan a reducir el colesterol malo
pescado graso
Los expertos en salud recomiendan que las personas con niveles altos de colesterol consuman pescado en lugar de carne, especialmente carne roja, rica en grasas saturadas. Los pescados grasos como el salmón, el atún y la caballa son ricos en ácidos grasos omega-3, que pueden ayudar a reducir o mantener niveles saludables de colesterol. Estas grasas esenciales ayudan a mantener niveles saludables de colesterol al reducir los niveles de triglicéridos.
Cojones
Para reducir el colesterol, es importante eliminar las grasas saturadas y sustituirlas por grasas insaturadas saludables, como los frutos secos. Las almendras, los pistachos, los anacardos y las nueces contienen fibra que puede impedir que el colesterol entre en la sangre.
Además, los cereales integrales como el arroz integral, el pan integral y la pasta integral son buenas fuentes de fibra. Una dieta rica en fibra ayuda a reducir los niveles de colesterol malo, que puede aumentar el riesgo de sufrir un derrame cerebral o una enfermedad cardíaca.
Tomates, aceite de oliva
La ciencia demuestra que los tomates y sus derivados contienen licopeno, un pigmento carotenoide que ayuda a reducir la inflamación, el colesterol malo y aumentar el bueno. Esto se debe a la vitamina rutina presente en los tomates, junto con la pectina.
Además, el tomate favorece la dilatación de los vasos sanguíneos, mejorando la circulación. Al mismo tiempo, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluida la aterosclerosis. Especialmente combinado con tomates cocidos y aceite de oliva, mejora la obstrucción arterial y previene eficazmente las enfermedades cardiovasculares y la acumulación de grasa en la sangre.
Avena
Estudios han demostrado que consumir avena a diario durante 4 semanas puede reducir significativamente los niveles de LDL (colesterol malo). Esto se debe a que la avena es rica en β-glucano y fibra soluble, que pueden inhibir la absorción de colesterol y tener un efecto beneficioso en la regulación de los lípidos sanguíneos.
La avena también protege el sistema cardiovascular y ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, reduciendo el triácido del hígado graso. Al mismo tiempo, el potasio presente en este alimento puede ayudar a excretar sodio y reducir la presión arterial, lo cual es muy beneficioso para la sangre.
Ajo crudo
Foto ilustrativa
Cuando se habla de ajo, se suele pensar en sus maravillosas propiedades medicinales: la alicina. Esta sustancia puede reducir significativamente los indicadores de enfermedades cardíacas, como el colesterol total, el colesterol malo y los triglicéridos en sangre. Además, el consumo regular de ajo negro también ayuda a aumentar los niveles de colesterol bueno.
Según un estudio estadounidense publicado en Very Well Health, las personas que consumieron suplementos de ajo durante 6 semanas experimentaron un aumento del 15 % en sus niveles de colesterol bueno. Los niveles de lípidos en sangre también mejoraron tras consumir extracto de ajo regularmente durante 4 meses.
Cebolla
Las cebollas contienen un tipo de prostaglandina A que puede dilatar los vasos sanguíneos, reducir la viscosidad de la sangre y la presión sobre los vasos sanguíneos, prevenir la agregación plaquetaria y limpiar el "colesterol malo".
Estudios también han demostrado que los aminoácidos azufrados y el disulfuro de dialilo presentes en la cebolla mejoran la hidrólisis de la fibrina, reducen los lípidos sanguíneos y previenen la arteriosclerosis. La cebolla es rica en quercetina, una sustancia que ayuda a prevenir la oxidación de proteínas de baja densidad. Esto ayuda a prevenir la aterosclerosis y a mejorar la circulación sanguínea, combatiendo la hiperlipidemia causada por el exceso de colesterol malo y las enfermedades coronarias.
Palta
Según un estudio publicado en el Journal of the American Heart Association, que evaluó los efectos de comer un aguacate diariamente en comparación con una dieta habitual, encontraron que las personas que comían aguacate diariamente tenían niveles más bajos de colesterol malo.
Porque los aguacates contienen muchas grasas saludables, fibra y nada de colesterol. Por lo tanto, consumir aguacates a diario puede reducir significativamente la cantidad de colesterol LDL (colesterol malo), lo que limita la aterosclerosis, la hipertensión arterial, los infartos y los accidentes cerebrovasculares.
Té verde
Se ha demostrado que el té verde es el mejor para reducir el colesterol bueno. Un metaanálisis de estudios publicado en el American Journal of Clinical Nutrition reveló que el consumo de té verde redujo significativamente los niveles de colesterol total (en más de 7 mg/dl) y los de colesterol malo (en más de 2 mg/dl), sin afectar los niveles de colesterol bueno.
[anuncio_2]
Fuente
Kommentar (0)